Con los aficionados todavía ocupando sus asientos, a diez minutos de que comenzara el partido, por megafonía se anunció un homenaje audiovisual para el jugador portugués: “¡Esta es una tarde muy especial y aquí tenéis imágenes del mejor jugador del mundo!”, se escuchó a un volumen atronador.
A continuación, al compás de la “Marcha Radetzky” de Johann Strauss padre, se sucedieron en los vídeo marcadores del estadio blanco imágenes de la ceremonia de la entrega del Balón de Oro 2013 que ganó por delante de Lionel Messi y Franck Ribery. Éstas alternaban con sus mejores jugadas y goles.
Después, un mosaico color oro con el nombre de CR7 adornó el estadio mientras el portugués salía al campo. Tras el sorteo de campos, abrazó al capitán Sergio Ramos y levantó el Balón de Oro, ubicado en la banda de los banquillos, y lo levantó entre el aplauso de todo el estadio madridista.
El gesto de la tarde lo tuvo con el delegado de campo, el veterano Agustín Herrerín, a quien llamó insistentemente mientras se hacía la foto con el resto de sus compañeros junto al trofeo que tanto deseó. Herrerín posó junto a sus jugadores y el Balón de Oro y a los dos minutos comenzó el encuentro.
Han pasado 55 años desde que un futbolista del Real Madrid ofreció un Balón de Oro jugando todo el año natural vestido de blanco. Un año antes, el mismo que ganó aquel título, Alfredo Di Stéfano, en unas fechas similares, el 20 de enero de 1958, también celebró con su público la consecución del trofeo.