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Cerro Porteño igualó a dos goles con el Deportivo Capiatá en la Nueva Olla y el trabajo del árbitro Cristian Aquino no dejó un buen sabor en la directiva azulgrana.
Daniel Correa, dirigente cerrista, sostuvo que “durante el partido nos dimos cuenta que no estaba en condiciones de arbitrar. No lo digo puntualmente por la jugada del penal”.
En comunicación con el Cardinal Deportivo, Correa se mostró más calmado con relación al domingo, cuando al finalizar el encuentro lo trató de ladrón al juez principal.
“Tenía ese presentimiento que con esa incapacidad que tiene, los resultados no fuesen los esperados”, subrayó. Una de las principales acciones que cuestionó la masa azulgrana fue la del penal que le sancionaron a Cristian Insaurralde, que significó el 2-2 final del partido.