Los 20 integrantes del conjunto sub-23 que se impuso en el torneo celebrado en Yakarta y Palembang (Indonesia) y el seleccionador Kim Hak-bun fueron recibidos como héroes a su llegada al aeropuerto internacional de Incheon, al oeste de Seúl.
“Queremos dar las gracias a nuestros fans por el apoyo”, dijo Kim a la llegada del equipo en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap. Corea del Sur derrotó por 2-1 a Japón en la final del torneo celebrada el sábado y se convirtió así en el equipo más laureado de esta competición con cinco oros (le sigue Irán con cuatro).
La victoria sirvió además para que los 20 jugadores del equipo eviten realizar el servicio militar, que es obligatorio para varones surcoreanos y que es de 21 meses de duración. La ley del país asiático, que técnicamente sigue en guerra con su vecino del Norte, establece que cualquier deportista que logre un metal olímpico o un Oro en los Juegos Asiáticos queda eximido de la prestación militar a cambio de realizar un programa de formación básica de cuatro semanas.
La victoria ha resultado especialmente favorable para Son Heung-min, el capitán de esta selección y el futbolista de mayor proyección en su país. Si Son no hubiera logrado el Oro en estos Juegos, es muy posible que hubiera tenido que romper este mismo año su contrato con el Tottenham Hotspur, ante la obligación de haber tenido que retornar a Corea del Sur para hacer el servicio militar.