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“La historia de Luqueño está terminando. Antes, era fiesta un 1° de mayo; ahora no pasa nada”, indicó a Radio 970 AM el jugador que surgió en el club luqueño.
El exjugador expresó que ahora Luqueño es un club triste, “manejado por demonios”.
Romerito indicó con la actual dirigencia no tiene esperanzas de salvarse del descenso. “Nosotros dependemos de los otros clubes, no de nosotros; si ellos bajan, nosotros no salvamos”, agregó.
“Esta gente que está manejando el club lo están destruyendo. Esta es una ciudad que se va polarizar. Se sigue enriqueciendo las arcas de estos zánganos y desalmados que manejan Luqueño”, expresó.