El escenario del inicio del torneo no será otro que el majestuoso Stade de France, en la periferia de París, el campo en el que Francia ganó su primer y hasta ahora único Mundial (1998).
Los franceses sueñan con que una nueva generación de futbolistas, encabezada por el centrocampista de la Juventus Paul Pogba, emule al grupo liderado por Zinedine Zidane y acabe llevándose el título europeo, que sería el tercero en su palmarés (1984 y 2000).
En el equipo que ganó el Mundial-98 y la Eurocopa-2000 estaba Didier Deschamps, el actual seleccionador de los Bleus, que en la previa del encuentro contra Rumanía advirtió a sus jugadores de los peligros de un exceso de responsabilidad.
“Hay que tener esa tensión, el nudo en el estómago, apretar los dientes, pero tenemos que ir sin calcular, sin presión, sin debilidad. El antes no nos debe condicionar nuestro estado de ánimo al pisar el césped”, dijo.
El técnico nacido en Bayona hace 47 años es consciente de que una de las debilidades de su equipo puede ser la falta de experiencia, ya que solo tres jugadores han sobrepasado los 50 partidos internacionales.
La lista tampoco fue fácil confeccionarla, ya que dejó fuera a la gran estrella Karim Benzema por sus líos judiciales y después ha tenido que hacer frente a notorias bajas en su esquema defensivo: los defensas Raphael Varane y Jeremy Mathieu y el mediocrento Lassana Diarra por lesión y el central Mamadou Sakho por haber dado positivo por dopaje.
Pero Deschamps y los franceses confían en el potencial ofensivo del equipo para volver a hacer historia.
Frente a los anfitriones estará Rumanía, selección que ya no tiene el potencial que alcanzó en los años 1990 (con el grupo liderado por Giga Hagi), pero que tratará de dar la primera sorpresa de un torneo que por primera vez en su historia tendrá 24 selecciones participantes.
Alemania, como campeona mundial, Francia, como anfitriona, y España, como ganadora de las dos anteriores Eurocopas, se presentan con el cartel de favoritas, sin olvidar a Italia, el Portugal de Cristiano Ronaldo, Inglaterra o Bélgica.
Holanda, que no consiguió la clasificación, es la ausencia más ilustre, además de Grecia, campeón en la edición de 2004.
Estarán por contra en la cita selecciones acostumbradas a una segunda fila, como Albania, Irlanda del Norte, Gales, Islandia o Eslovaquia, debutantes en la competición.
La gran fiesta del fútbol europeo podría verse alterada por el conflicto político-social que vive Francia, en medio de un contexto de alerta máxima por el temor a atentados terroristas.
Huelgas en los transportes, el servicio de recogidas de basura y una jornada de paro general en contra de la nueva reforma laboral para el próximo martes podrían alterar el desarrollo del torneo.
“La imagen que se ha dado no es la que nosotros queríamos”, estimó este viernes el presidente del comité organizador Jacques Lambert en la cadena France Inter.
A la pregunta sobre si veía riesgo de que la fiesta se estropease debido a las huelgas, el dirigente del comité organizador respondió: “Ya lo está (estropeada)”.
La tensión social no es la única amenaza de la Eurocopa: Francia, que ya vivió dos atentados en enero y noviembre de 2015 (en el que el Stade de France era uno de los objetivos de los kamikazes, que atacaron simultáneamente varios puntos de la capital, matando a 130 personas), teme nuevos ataques.
Francia ha previsto un dispositivo de seguridad sin precedentes, con la movilización de 90.000 policías, gendarmes y agentes de seguridad privada y el gobierno hasta ha puesto en marcha una aplicación para móviles para que los ciudadanos puedan avisar a las autoridades ante cualquier movimiento sospechoso.
Antes del partido inaugural, se llevará a cabo la tradicional ceremonia de apertura, en la que el conocido DJ David Guetta interpretará el himno oficial del torneo ("This One’s For You") y en la que estarán presentes algunos iconos de la cultura popular francesa, con 150 bailarinas de cancán y una demostración acrobática de la Fuerza Aérea francesa sobre el estadio.