SANTIAGO DE CHILE. Tras nueve jornadas del torneo de Apertura, los albos, el equipo más popular de Chile, han perdido todas las opciones de luchar por el título y, si las cosas siguen así, parecen destinados a luchar por no bajar a segunda división.
El paraguayo Gustavo Benítez, que llegó al banquillo del Colo Colo hace apenas cuatro meses, se encuentra en la cuerda floja prácticamente desde que aterrizó en Chile y el plantel, a juicio de la crítica, echa de menos un líder que tire del carro en momentos complicados como el de ahora.
Han pasado cuatro años desde el último campeonato que alcanzó el club -en 2009, de la mano del argentino Hugo Tocalli- y la situación actual tiene de cabeza a los jugadores, al técnico y a algunos ídolos históricos del club, que sacan la voz para buscar responsabilidades.
Benítez volvió a hablar con la prensa este sábado luego de la derrota ante Cobresal por 3-1 y aseguró sentirse “muy responsable” por el mal momento del plantel, aunque también dijo tener la “convicción intacta”.
Entre los jugadores la situación no es muy diferente. El volante paraguayo Fabián Benítez admitió hoy que se les hace muy difícil manejar la presión en los partidos y afirmó que el momento del equipo albo le produce “vergüenza”.
El volante incluso aseguró que no pueden “salir a la calle con la familia por el temor que pueda pasar”, aunque rápidamente le bajó el perfil y reconoció que no han recibido ninguna amenaza.
Por el lado de los 'históricos' la opinión es más dura. Tanto Gabriel 'Coca' Mendoza, campeón de la Copa Libertadores con Colo Colo en 1991, como el veterano Humberto 'Chita' Cruz, han pedido la salida del entrenador paraguayo.
“Todos sabemos de la forma que se está jugando, el equipo perdió su rumbo”, dijo Mendoza al diario La Tercera, mientras que el 'Chita' Cruz consideró que “por como están las cosas, debería salir”.
“En Colo Colo mandan los resultados y no se están dando, creo que Benítez ya demostró que no se la puede con la crisis”, agregó el exjugador, que jugó en la selección que consiguió el tercer lugar en el Mundial de 1962, disputado en Chile.
A la crisis de juego y resultados hay que añadirle la conflictividad social en el club y su entorno.
Muchos socios y aficionados exigen la salida de los principales accionistas de la sociedad anónima que controla el club, y piden mecanismos para tener una mayor representatividad en la toma de decisiones.