“Nos hubiera gustado entrenar, normalmente nos lo permiten, pero es por preservar el césped. Se ve apto, el estadio es nuevo, ojalá tenga un gran partido”, dijo el seleccionador de Chile, Juan Antonio Pizzi, en un día lluvioso en el que la temperatura no subió de 15 grados.
Los protagonistas no escatimaron elogios hacia el rival. “Sabemos lo que nos espera: Chile es un equipo excepcional, con muchos automatismos y experiencia. Tendremos que hacer un gran partido si queremos ganar”, advirtió Joachim Löw, el preparador alemán.
“No me sorprende la selección alemana. La gente habla mucho de equipo B pero los jugadores son o están mucho mejor que los que faltan, físicamente se les vio mejor este año” , dijo el medio chileno Arturo Vidal, gran conocedor de la Bundesliga por jugar en el Bayern Múnich.
Chile, la selección más veterana del torneo (media de 29 años) y con un grupo de jugadores que compiten juntos desde hace varios años, se enfrenta a Alemania, el equipo más joven (24 años), con un conjunto de futbolistas que sustituyó a los habituales y que se juntó por primera vez antes de la Confederaciones.
Flamante bicampeona de América (2015 y 2016) Chile representa como nadie la experiencia. La alineación que presentará el domingo normalmente contará con nueve jugadores que ya estuvieron entre los titulares que conquistaron los dos títulos continentales.
Alemania está en el otro extremo. Julian Draxler fue ascendido a capitán en Rusia, a sus 23 años y 34 internacionalidades, mientras que el grupo chileno lo encabeza Claudio Bravo y Alexis Sánchez, con nada menos que 114 partidos cada uno con la Roja.
Pero en el campo no se percibieron tales diferencias en el partido que jugaron en la primera fase (1-1): Alemania sufrió al principio ante la presión chilena y encajó un gol. Pero superó el temporal, empató y fue mejor en el segundo tiempo. El próximo capítulo, el domingo a las 14:00 de Paraguay.