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Cerro Porteño vive un momento tenso después de extender contra Guaraní la mala racha en el torneo Clausura 2022 del fútbol paraguayo. El Ciclón suma cuatro partidos sin triunfos, incluyendo la prematura eliminación de la Copa Paraguay contra Rubio Ñu, de la División Intermedia. Posteriormente, empató 0-0 con Nacional, cayó 2-0 contra Olimpia e igualó 1-1 con el Aborigen.
La crisis en Barrio Obrero continuará hasta regresar a la victoria, que buscará el Azulgrana en la octava fecha, cuando visite el viernes a General Caballero de Juan León Mallorquín en Ciudad del Este. Mientras tanto, el plantel y el cuerpo técnico tienen una relación tirante con los hinchas, principalmente con los barras, que protestaron frente a La Nueva Olla la semana anterior.
El lunes, en el día después de la paridad con el Aurinegro, el jefe de La Plaza criticó duramente a los jugadores y avisó que habrá otra manifestación el miércoles. “Nuestros futbolistas se pasan tomando hasta altas horas de la madrugada en discotecas. ¿A quién le vamos a ganar así? Se sabe todo acá”, señaló Guillermo Cáceres a Peligro de Gol, de ABCTV.
El viernes pasado, luego del entrenamiento, un grupo de 80 barras habían reclamado frente al acceso al estacionamiento del estadio por el momento del Azulgrana, que venía de caer en el superclásico. “Los barras de Cerro querían hablar con los jugadores”, había expresado el comisario Ever Molinas, de la 4ª de Asunción, al Cardinal Deportivo.
Sin banderas en la parte baja de la Gradería Norte, quedó en evidencia el duro mensaje que colgó la barra antes del comienzo del partido: “Cerro no es para cagones”. Según Cáceres, quien apuntó al presidente Juan José Zapag y subrayó el “tiene que hacer ya lo que tiene que hacer”, la facción solicitará la salida de Arce y de algunos jugadores.