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Abel Ferreira metió mano y rotó la formación del Palmeiras durante la visita al Avaí por la jornada 14 de la Serie A de Brasil. El Verdao, que venía de perder 1-0 contra el Sao Paulo por la Copa de Brasil, resultado que cortó una racha de 19 partidos invicto, empató 2-2 en Florianópolis en la antesala del duelo contra Cerro Porteño por los octavos de final de la Copa Libertadores.
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Ferreira, quien regresó al banco después de superar el coronavirus, habló de los partidos importantes que tiene el equipo paulista y realizó un pedido muy particular: pidió a Dios que los jugadores estén sanos para la seguidilla de juegos. “Soy religioso y rezo. Por la cantidad de juegos que hay, solo rezo”, expresó el portugués.
“No pido que nos ayudes en el juego porque Dios no se mete en el juego, sino que nos de salud para jugar. No sé cuál será el futuro, sé que tenemos una serie de partidos decisivos con dos días de diferencia (…) Puedes ver la cantidad de jugadores lesionados en Flamengo, Atlético Mineiro, Corinthians... No soy un mago, solo pido salud”, puntualizó el DT.
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El plantel regresó a los entrenamientos este lunes con gran parte de los titulares trabajando en campo, mientras que Gustavo Gómez, Gustavo Scarpa y Zé Rafael, quienes jugaron más de cuarenta y cinco minutos el domingo, hicieron tareas de recuperación física en el interior de la Academia de Fútbol. El técnico no tiene bajas para visitar el miércoles al Ciclón.