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Terrible. Un error gigante como La Nueva Olla. Que incidió directamente en el resultado. No como explicar, cómo querer entender. Una serie de equivocaciones de los responsables de la tecnología, que con todos los ángulos, seis televisores y el tiempo que deseen, fallaron en contra de Cerro Porteño, que por lo menos debía acabar la etapa inicial con un tanto a favor. Mauro Boselli convirtió en posición licita, pero César Deischler y Eduardo Gamboa aplicaron la close up (acercar la imagen) sobre el cabezazo de Robert Morales para saber si hubo mano o no en la asistencia.
Cuando confirmaron que el delantero habilitó con la cabeza, Deischler pidió una 16:50 para establecer las líneas e identificar la posición adelantada o no de Boselli. Los trasandinos marcaron las rayas sobre el cuerpo del defensor más cercano al argentino sin tener la escena completa de la acción, en la que un jugador de Fluminense estaba saliendo por el lateral derecho y habilitaba a todos. “Confirmado fuera de juego”, señaló a Facundo Tello, quien repitió a los jugadores la ratificación de la decisión tomada inicialmente por el asistente dos Julio Fernández.
Pero la cadena de errores no termina ahí. Después de comunicar a Tello del offside, el dispositivo del Video Arbitraje muestra en uno de los televisores de Deischler la toma completa de la jugada, que muestra como el futbolista brasileño habilitada. Desde el minuto 02:42 del vídeo publicado por la Conmebol, los del VAR tienen a simple vista la acción. Por diez segundos, el chileno tuvo en frente el acto que evidenciaba que el gol valía y que debía subir el marcador a favor del Ciclón. Ahora, los de Barrio Obrero deben ir por la heroica a Río de Janeiro.