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Cuando el partido iba 2-0 a favor de River Plate, una mano de Iván Marcone dentro del área no fue penal, según el criterio del árbitro Wilmar Roldán, y tampoco se recurrió al videoarbitraje (VAR).
En contacto con el Cardinal Deportivo, el exárbitro Javier Castrilli señaló que “uno de los ejes de la polémica es la mano de Marcone. Coincido con Roldán. Marcone nunca quiso jugar la pelota con la mano”, sostuvo.
“Tenemos que considerar el reglamento con respecto a la distancia entre el balón y la mano. A 50 cm del brazo de Marcone se cambia la dirección del balón (...) Es muy razonable y natural ese tipo de movimientos frente a esa sorpresa”, dijo con relación al actuar del jugador de Lanús.
El elenco granate pudo remontar el marcador y terminó ganando por 4-2 y clasificándose a su primera final de Copa Libertadores.