Así lo conformó hoy la Federación de Fútbol local, que en un comunicado publicado en página web señaló que ambos jugadores fueron “liberados” de ese encuentro a solicitud de ellos “por motivos personales”. De Bravo, que es también el capitán de la selección de Chile y jugador del Barcelona, se desconocían los motivos que tuvo para excluirse de la convocatoria, mientras Vargas había manifestado públicamente hace unos días que necesita todo el tiempo posible para adaptarse a su nuevo equipo, el Hoffenheim de Alemania, que lo ficho hace pocos días.
Para cubrir la plaza de Vargas, que anotó cuatro goles para Chile en la pasada Copa América, Sampaoli convocó al delantero Junior Fernandes, del Dinamo Zagreb de Croacia, que no había sido convocado desde hace varios meses debido a una lesión. A las bajas de Claudio Bravo y Eduardo Vargas se suman las del centrocampista Charles Aránguiz, del Bayer Leverkusen, que se rompió el tendón de Aquiles izquierdo y estará seis meses sin jugar del portero Paulo Garcés, que sufrió una luxación del hombro izquierdo en un partido de su club, el Colo Colo y no volverá a una cancha en lo que resta del año.
También está en duda el centrocampista David Pizarro, que después de la Copa América ni siquiera ha podido debutar por su nuevo equipo, el Santiago Wanderers de Valparaíso, debido a un pequeño desgarro muscular.
El partido Chile-Paraguay se jugará el sábado 5 de septiembre a las 21.00 GMT (17:00 de Paraguay) en el Estadio Nacional y será el único ensayo de la Roja antes de su debut en el clasificatorio al Mundial 2018, el 8 de octubre próximo frente a Brasil, en Santiago.