El duelo de ida, disputado en febrero en Río de Janeiro, acabó con empate a cero, por lo que al Antofagasta le sirve cualquier triunfo para clasificar, mientras que al Fluminense le vale una victoria o un empate con goles.
El entrenador del Antofagasta, el argentino Gerardo Ameli, aseguró que planteará un esquema más ofensivo que el del partido en el estadio Maracaná y destacó la relevancia de la eliminatoria para el club. “Para Fluminense, este partido es una etapa más de las que aspira a pasar, pero para nosotros es como la final del mundo”, señaló Ameli el martes en rueda de prensa.
El técnico recuperará para el choque varios jugadores que acabaron con molestias físicas el partido del fin de semana pasado que el Antofagasta perdió ante el Everton (1-0) en el campeonato local. El Fluminense, en tanto, viajó a Chile sin cinco titulares, una circunstancia que obligará al entrenador Fernando Diniz a armar un equipo alternativo.
Especialmente delicada es la situación en la zaga, donde el Fluminense tiene a tres jugadores lesionados y varios de los reemplazos naturales no están inscritos para jugar la Sudamericana. Otra baja importante será la del centrocampista internacional Paulo Henrique Ganso, repatriado este año y que ya se convirtió en el principal creativo del equipo, pero que tampoco alcanzó a ser inscrito en el torneo.