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El año pasado cuando había conseguido llegar a las instancias finales de la Copa Libertadores, el desequilibrante volante argentino fue adquirido por el Atlético de Madrid, pero cuando se realizó las pruebas médicas, se le detectó un tumor en uno de los ventrículos de su corazón y no había otra opción que operarlo, lo cual era riesgoso y significaría que estaría fuera como mínimo seis meses.
Correa entró en cirugía, fue sometido a una operación a corazón abierto y tras cuatro horas, todo había salido perfecto. Lo increíble es que el mediocampista no había jugado ni un solo partido oficial hasta llegar al Sudamericano, donde se consagró como capitán campeón y además fue electo como el mejor jugador de la competencia. Para coronar su estupenda participación, hizo el gol del campeonato ante Argentina en el último partido del hexagonal.
Tras levantar el preciado trofeo de “Juventud de América”, que Argentina ganó sin cuestionamientos, Ángel Correa, se mostró emocionado.“Es un título que se disfruta mucho, pensar que hace ocho meses estuve al borde de la muerte y hoy puedo festejar el título con mis compañeros, es algo inolvidable”, confesó el mejor jugador del Sudamericano 2015.