El gesto de Anelka

El futbolista francés Nicolas Anelka, que festejó el sábado un gol con un gesto que en Francia algunos consideran antisemita, podría recibir una fuerte sanción de la Federación Inglesa (FA) de fútbol, que este domingo anunció que investigará el incidente.

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LONDRES. Preguntada por la AFP , la FA informó que va a “investigar el gesto de Anelka” y que el asunto no se presenta bien para uno de los “enfants terribles” del fútbol francés, quien a sus 34 años acumula episodios polémicos en su ya dilatada carrera.

En el partido que enfrentó a su equipo, el West Bromwich contra el West Ham (3-3) el sábado, Anelka realizó, tras marcar el primero de sus dos goles, lo que se conoce en Francia como la “quenelle": estirar un brazo en dirección al suelo y cruzar el otro sobre el pecho.

Una nueva normativa introducida en mayo de 2013 permite a la FA sancionar con un mínimo de cinco partidos (diez en el caso de los reincidentes) a todo aquel jugador cuyo comportamiento sea considerado por los jueces federativos como discriminatorio.

Algunas asociaciones en Francia consideran que este gesto es antisemita puesto que su creador y difusor es el humorista Dieudonné, condenado en varias ocasiones en Francia por su negación del Holocausto y sus ataques a los judíos e Israel.

Otros, en cambio, aseguran que se trata de un gesto antisistema.

El propio Anelka admitió en Twitter que hizo el gesto en honor a su “amigo” Dieudonné, después de que el ministro del Interior Manuel Valls declarase hace unos días que la intención del gobierno socialista francés es impedir el nuevo espectáculo del humorista.

La ministra de Deportes, Valérie Fourneyron calificó el gesto de “provocación repugnante” y el Congreso Judío Europeo exigió el sábado una sanción para el jugador.

Pese a que el italiano Paolo Di Canio, conocido por sus saludos fascistas en su época de la Lazio, ha podido hacer una respetable carrera como jugador y entrenador en Inglaterra, Anelka podría recibir una sanción ejemplar, puesto que los tiempos han cambiado mucho desde que el portero australiano Mark Bosnich dedicase un salido nazi a la afición del Tottenham, el club judío de Londres, en 1996.

Por aquella acción, el arquero sólo recibió una multa de 1.200 euros por “mala conducta”.

Otros incidentes más actuales llevaron a la FA a endurecer las sanciones, sobre todo los supuestos insultos racistas que el uruguayo Luis Suárez dedicó al francés Patrice Evra y los del capitán inglés John Terry a Anton Ferdinand en el caliento otoño de 2011.

Suárez, que supuestamente llamó “negro” a Evra fue sancionado con ocho partidos y 48.000 euros de multa.

Terry, que habría dedicado el mismo apelativo al defensa del QPR y hermano de su compañero de selección Rio Ferdinand fue absuelto por la justicia civil, aunque recibió cuatro partidos de sanción y tuvo que renunciar a la capitanía de la selección inglesa.

El asunto podría durar varias semanas, incluso meses, hasta que tenga un epílogo porque la normativa obliga a las instancias disciplinarias deportivas a escuchar la versión del jugador y de su club.

Por el momento, Anelka sólo ha recibido el apoyo de su entrenador, Keith Downing, que el sábado mostró su sorpresa por una polémica, que calificó de “basura” y que nació en las redes sociales en Francia y rápidamente dio el salto a Inglaterra.

También Dieudonné, el polémico humorista, agradeció en Twitter el gesto de apoyo de Anelka y negó que la “quenelle” sea “un signo nazi o antisemita”.

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