“Tres torneos en tres años (Eurocopa-2016, Copa Confederaciones-2017 y Mundial-2018) es límite”, explicó el seleccionador alemán, Joachim Löw, al dar la lista, precisando el “gran riesgo de lesiones” que presenta jugar tres grandes torneos sin descanso.
Por ello, Alemania presentará en Rusia un equipo en el que solo tres jugadores son campeones del mundo (Julian Draxler, Matthias Ginter y Shkodran Mustafi), sin ningún treinteañero y con solo dos jugadores (Sandro Wagner y Lars Stindl) nacidos antes de 1990.
De los campeones en Brasil-2014, muchos se han caído por descanso (Kroos, Khedira, Hummels, Müller, Özil y Boateng), otros se retiraron (Lahm, Podolski, Klose y Schweinteiger) y otros están lesionados como Neuer, Götze y Reus (que ya se perdió el Mundial y la Eurocopa por lesión).
Para enfrentarse a Australia, Chile y Camerún, sus rivales en el grupo B de la Confederaciones, Löw ha formado un grupo con muchos jóvenes. “El Mundial-2018 y ganar el título otra vez es el objetivo final. El de la Confederaciones es que tres o cuatro jugadores puedan presionar a nuestras estrellas para 2018”, justificó el técnico, de 57 años y con 10 en el cargo.
“Ahora tengo a 12 ó 13 ganadores del Mundial con mucha experiencia y clase, pero lo que necesitan es competir por sus puestos”, añadió. La gran alegría de Löw en este torneo sería encontrar un delantero de garantías, un rematador eficaz para poder concretar en goles el caudal de juego ofensivo que tiene Alemania. Con Klose retirado, en la pasada Eurocopa ya se vio que la Mannschaft tenía muchos problemas de cara a la portería y ni Mario Gomez ni Mario Götze cumplían ese papel con eficacia.
La gran esperanza está puesta en Timo Werner, el delantero del sorprendente RB Leipzig, autor esta temporada de 21 goles que han llevado a su club a conseguir un histórico subcampeonato y la clasificación para la Liga de Campeones.
“Tiene potencial. Siembra el caos en las defensas organizadas y necesitamos diferentes delanteros con varias maneras de jugar”, ha destacado Löw sobre el jugador que está llamado a ser el sucesor de Miroslav Klose, máximo goleador de la historia de los Mundiales.
Y también estará el ’veterano’ Sandro Wagner (29 años), para reforzar el juego ofensivo y tratar de ganarse una plaza para Rusia. Tras hacer una buena temporada con el Hoffenheim, el delantero respondió a la confianza de Löw con un triplete contra San Marino el pasado sábado. Para organizar el juego ofensivo, Löw tiene a priori un buen arsenal con jóvenes aunque con experiencia en Europa como Leroy Sané, Julian Draxler o Emre Can y quizá el técnico de la alternativa a promesas como Sebastian Rudy o Leon Goretzka.
Más problemas tendrá el DT para la organización defensiva, ya que no cuenta con jugadores de demasiada experiencia internacional, comenzando por la portería con Marc-André Ter Stegen, que se ha hecho un nombre ya en el Barcelona, pero que en la selección apenas tiene nueve internacionalidades.
En defensa, solo Mustafi y Jonas Hector cuentan con experiencia, y Ginter y Kimmich deberían completar el cuarteto defensivo titular, aunque este último también podría ocupar el mediocentro para ayudar a Can en la destrucción.
Por estas incógnitas, Alemania parece menos favorita que selecciones más consolidadas como Portugal y Chile, pero nadie debe menospreciar a la tetracampeona mundial y a la motivación de los alemanes cada vez que representan a la Mannschaft.