Olimpia, la marca del triunfo

Olimpia se adjudicó ayer en Sajonia el primer clásico del año al imponerse de remontada sobre Cerro Porteño por 2-1, en un partido relativamente parejo que el Decano lo inclinó a su favor con los cambios que le permitieron mejorar su fútbol a diferencia del Ciclón, que no tuvo la misma suerte con las variantes.

El colmenense Rodney Redes da rienda suelta a su emoción después de aprovechar la gran asistencia del “Pipa” Benedetto y someter al guardameta azulgrana.
El colmenense Rodney Redes da rienda suelta a su emoción después de aprovechar la gran asistencia del “Pipa” Benedetto y someter al guardameta azulgrana.Arcenio Acuña

Modificaciones oportunas y determinantes

Hasta la media hora, en la que se produjo la pausa para la hidratación, el clásico fue extra-ordinario, más cortado que jugado, con topetazos, intentando imponer el rigor físico. La elevada temperatura tuvo directa relación con el espectáculo, lento, pausado.

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Tras el breve descanso, el partido se encendió, literalmente. En un sector sensible, Richard Ortiz se durmió con la pelota y facilitó la recuperación de Da Costa. Habilitación del brasileño a turbe, que tras ganarle en la carrera a Barreto despidió un zurdazo cruzado para vencer la resistencia de Marino Arzamendia. Cerro Porteño, ligeramente superior hasta ese momento contra el desconocido Olimpia, se ponía en ventaja.

Al Decano cuando le mojan la oreja reacciona. La recuperación franjeada fue inmediata. Un envío de Domínguez fue conectado por Da Costa para habilitar a Derlis González, que al salir airoso de la marca de “Daddy Yankee” Pérez definió frente a la salida del “Gatito” Fernández. El rebote le cayó a Leguizamón cuyo tiro mordido se transformó en asistencia al “10″ que estableció la paridad.

A poco del descanso, Derlis se perdió el doblete al cerrar de forma exigida en el segundo palo. El equipo de Martín Palermo, que lucía apagado, cerraba el primera tiempo hasta con mejores sensaciones.

El Ciclón, pulcro en el mediocampo, con control del balón y una ofensiva desequilibrante, dejaba otorgaba ventajas en la última línea, sobre todo en la zona central, con Valdez de retorno luego de una prolongada inactividad y Pérez, de deja más dudas que certezas.

Los datos estadísticos marcaban en el descanso el 65 por ciento de posesión del esférico para Cerro, que sin embargo mostraba un desbalance, prometedor en ofensiva, sin garantías atrás.

La segunda parte iba pareja hasta que con los cambios, Olimpia creció y Cerro se vino abajo, con una primera variante por demás llamativa con el ingreso del lateral izquierdo Diego León por el lesionado Iturbe, ofensivo. El mensaje que enviaba el técnico Diego Martínez no era precisamente alentador.

El desequilibrio en el marcador se produjo con un pase gol aéreo con ventaja del “Pipa” Benedetto después de sacar a pasear al chico León y la resolución con la pierna menos hábil (izquierda) de Rodney Redes que pasó por debajo del golero. Y este Fernández, que no es más que Fernandes, Jean Paulo.

Lejos de dar ánimo al elenco para al menos evitar la caída, la afición azulgrana lo perjudicó, generando disturbios en Norte. Como generalmente ocurre, los inocentes pagaron por los pecadores. La interrupción le dio aire a Olimpia, que salvo los últimos minutos de empuje rival, no tuvo mayores inconvenientes para quedarse con un nuevo clásico gracias a una combinación de factores que lo distinguen y lo convierten en el más grande, sin discusión

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