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Emociones luego del mal primer tiempo
Con los dos clubes ya clasificados a la Copa Sudamericana, dio la sensación que el partido solo se jugaba por el sándwich y la gaseosa, como que los puntos no tuviesen importancia.
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Al que se lo vio bastante relajado fue al Gallo, sin el rigor físico característico, sobre todo cuando juega en el Corral, en el que suele asumir una postura avasallante, propiciando cargas frecuentes. Esta vez todo lo hizo a ritmo lento, con poco peso ofensivo, principalmente en la etapa inicial.
El Chanchón estuvo más metido en el juego, aunque sin poder establecer diferencia en el marcador. Un tiro libre aéreo de Rodi Ferreira desde la medialuna del área y una peinada de Tito Torres que pasó cerca del arco de Servín, las acciones más interesantes de la primera etapa.
Para la reanudación, “Felipep” Giménez realizó dos modificaciones. La imagen del local mejoró al toque, a tal punto de ponerse al frente en el marcador tras una corrida de Javi Domínguez, el taco de Ruiz Díaz y la resolución de Ronald Cornet. Floja cobertura defensiva de Suárez y Brizuela.
Si con las variantes los albiazules tuvieron un crecimiento, los auriazules también elevaron su nivel, sobre todo con la inclusión de Hauché, determinante para la remontada. Un servicio de esquina con precisión fue empalmado por Elvio Vera para el 1-1 y una sutil asistencia suya dejó en zona de definición a Nicolás Maná, cuyo potente disparo fue al techo del arco para el 2-1 de Luqueño, que tuvo un desempeño más parejo, lineal, a diferencia del 2 de Mayo, con altibajos, incapaz de sostener la ventaja.