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La Selección Paraguaya de Fútbol, luego de la fecha 11 y 12 disputadas en este noviembre, quedó sexta y en posición de clasificación directa en las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa del Mundo 2026.
De la mano del director técnico argentino Gustavo Alfaro, quien arrancó su ciclo con la Albirroja en agosto pasado, la Selección Paraguaya cosechó 12 de 18 puntos posibles, en las últimas seis fechas, obteniendo victorias destacadas como contra Brasil y Argentina.
El resurgir albirrojo con Alfaro concluyo este 2024 con una victoria de local ante la Albiceleste, actual campeona del mundo, y un empate —con saber a triunfo por la complejidad de la altura— de visitante ante Bolivia, un rival directo en las pretenciones de clasificar la mundial.
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Lo que dejó el combo Argentina-Bolivia
El técnico realizó una reflexión respecto a lo que dejó el último combo de dos fechas, destacando que el partido con Argentina representaba un “desafío supremo” por la jerarquía del equipo albiceleste.
“Lo que se vivió en el estadio fue memorable”, agregó, al mismo tiempo de destacar la “concentración, templanza y búsqueda” de sus futbolistas para lograr la victoria.
Con relación al partido contra Bolivia, resaltó lo “desafiante y altanera” que es jugar a una altura de 4.150 metros sobre el nivel del mar, más aún considerando que Paraguay es una selección acostumbrada al llano.
“Y si hay algo que define a este grupo es eso: no rendirse, luchar para conseguir lo que esa plaza nunca había concedido”, mencionó. También volvió a comparar a los futbolistas albirrojos como “héroes malditos”, citando a Pacho O’Donnell.
Su reflexión para lo que se viene
En la parte final de su mensaje, el profe Alfaro, como le dicen con cariño sus futbolilstas, afirmó que este momento de cierre a nivel selección es “para respirar y reflexionar, para empezar a transitar el cierre, lo más apasionante y lo más complejo. Con la tranquilidad de que Paraguay recuperó su estirpe y su identidad. Argumentos que por respeto a su historia jamás deberá negociar. Marzo en el horizonte, y el objetivo en la mira...”.
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El mensaje in extenso
“Concluyó la fecha FIFA de noviembre y se cerró la segunda etapa de las Eliminatorias. Una fase decisiva para la Albirroja, planteando el desafío de llegar a diciembre de pie, con la ilusión puesta en el Mundial. Antes debíamos sortear lo que significaba enfrentar al Campeón del Mundo en casa y cerrar con altura jugando en El Alto.
La Selección Argentina implica un desafío supremo por su jerarquía, su vigencia y sus formas. Eso nos llevó al límite de nuestras capacidades, de concentración, templanza y búsqueda. Lo que se vivió en el estadio fue memorable. Por el nivel de partido que ofrecieron ambos equipos, por la pasión que trasuntó la gente en los distintos momentos y vaivenes del mismo. Con esa explosión de júbilo y pasión qué encontró al país en el instante final.
Poco fue el tiempo para disfrutar de una victoria con rasgos de histórica. Rápidamente, a pensar en escalar a la altura de Bolivia, desafiante y altanera. Babe Ruth decía que es difícil derrotar a una persona que nunca se rinde. Y si hay algo que define a este grupo es eso: No rendirse, luchar para conseguir lo que esa plaza nunca había concedido.
No saben lo complejo que es jugar en esos 4.150 metros de altura. Sin embargo, este plantel se empecina en encontrar soluciones a las dificultades. Cada pique que hacían venía más de su corazón que de sus pulmones.
Ver la templanza, coraje y decisión de estos ‘Héroes Malditos’ como titula Pacho O’Donnell. Porque serán héroes o villanos según quién escriba la historia. Porque se atrevieron a soñar y desafiar al destino. Hoy están de pie.
Es momento para respirar y reflexionar, para empezar a transitar el cierre, lo más apasionante y lo más complejo. Con la tranquilidad de que Paraguay recuperó su estirpe y su identidad. Argumentos que por respeto a su historia jamás deberá negociar. Marzo en el horizonte, y el objetivo en la mira...”.