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Titánica lucha de Paraguay contra dos rivales. En la altitud, Bolivia se potencia y sus rivales, generalmente se debilitan. Al presentarse una lucha totalmente desigual, generalmente no se compite durante todo el desarrollo del partido, más que nada se enreda.
Todo se desarrollaba en campo albirrojo. Avanzar era un logro, casi como la generación de una ocasión de gol. El pase de Galarza a Arce en el área fue prometedor, pero el centrodelantero quedó atorado por la marca.
En la acción siguiente, una conexión entre los Vaca rompió la paridad en el marcador, porque en juego la cancha estaba inclinada desde el arranque.
El pase por elevación de Ramiro entre Balbuena y Cáceres fue conectado por Ervin para definir con un zurdazo, ante la barrida tardía de Gustavo Gómez. El tanto fue anulado invalidado inicialmente por posición adelantada, luego convalidado a través del VAR.
Si con el empate el partido era duro para Paraguay, con la desventaja fue aún más complejo. De todos modos se registraron oportunidades propicias para la igualdad, sobre todo tras un toque de tiro libre del movedizo Almirón y el remate potente de Diego Gómez, desviado por Viscarra.
Luego, un cabezazo frente a la portería de Galarza resultó fallido. Fue el momento en el que la pelota estaba más lejos de los zagueros albirrojos.
Sobre el cierre del primer tiempo, Gatito Fernández evitó el gol de su tocayo Roberto Fernández. En la maniobra siguiente, Algarañaz se perdió el segundo tanto con su resolución por encima del travesaño.
Para la reanudación, las expectativas de mejoramiento crecieron con el ingreso del enamoradizo Enciso, un chico de calidad, de juego diferente, capaz de generar todo tipo de reacciones, negativas y positivas. Falla mucho porque intenta. Cuando acierta, como sucedió, es un monstruo.
El crecimiento paraguayo tuvo directa relación con las variantes. Una pelota recuperada en ataque por Tony Sanabria fue tocada por Kaku Romero Gamarra, Enciso y definida por Miguel Almirón para el 1-1.
La alegría duró poco, porque un leve toque de Gustavo Gómez a Cuéllar derivó en la pena máxima, concretada por Miguel Terceros, cuyo envío pasó por debajo del Gatito.
El golazo de Julio Enciso ante Bolivia
Parecía que se venía la noche, pero no. El iluminado Enciso remató de media distancia para establecer el 2-2.
La victoria paraguaya pudo haberse consumado en el último minuto adicionado, pero el tiro de Amiguito Sosa fue desviado por Viscarra.
El resultado fue una demostración de la recuperación plena de nuestra selección bajo el comando de Lechuga Alfaro, el verborrágico entrenador argentino que le entró en la cabeza de los jugadores, potenciados con el poder de la palabra.