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Lograr una victoria significará a la selección paraguaya dar un paso muy valioso en la clasificación de las Eliminatorias Sudamericanas de la Copa del Mundo 2026. Ganar vale saltar como mínimo al quinto lugar, una posición que será la mejor considerando lo que hasta acá se jugó en este selectivo. El rival es uno directo en esta pelea y triunfar validará todo lo bueno que se viene exhibiendo con Gustavo Alfaro, en el banco albirrojo.
A propósito del entrenador, ayer en rueda de prensa sostuvo: “Este partido va a ser el más complejo de todos. Enfrente tenemos un equipo que plantea lo mismo que nosotros. Estas son las Eliminatorias más difíciles del mundo y al final van a llegar los que sean resistentes. Debemos resistir en la adversidad y eso no se negocia”.
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Sobre el valor del triunfo hoy frente a Venezuela, Gustavo Alfaro remarca que “si nosotros tenemos la posibilidad de salir bien de esta parada, es que como que empezamos a cambiar el punto de inflexión de la curva que venía marcando el destino de Paraguay”.
La tradición continúa del “abuelo al nieto”
De una generación a la tercera es la sucesión que se registra en el historial del “Pájaro campana” que recorrió y seguirá recorriendo los estadios de Sudamérica junto a la Albirroja.
La tradición continúa del abuelo al nieto. La historia del hincha albirrojo don Cástulo Ortega (ya fallecido) seguirá con su nieto Marcos Ortega, quien fue uno de los pocos paraguayos que disfrutó el empate de Paraguay en la altura de Quito contra Ecuador. El Pájaro campana Junior sigue contando con el apoyo de la Comunidad Educativa del Nihon Gakko, en la persona de sus directivos, el doctor Dionisio Ortega (director general), y la doctora Hermelinda Alvarega de Ortega.
“Voy a seguir la tradición de mi abuelo”, remarcó Marcos, quien anhela ir a su primer mundial y asegura que será el amuleto de la Albirroja.
