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La Celeste, escolta de Argentina en el premundial, vivió en un escenario a pleno una noche especial por el retiro de Suárez, goleador histórico con 69 tantos en 143 partidos. Tras el partido, una catarata de emociones se apoderó del templo del fútbol charrúa, desde los videos con los mensajes de sus amigos Neymar y Lionel Messi, hasta la presencia de uno de sus mentores, el maestro Óscar Tabárez. “Uruguay es más grande que cualquier jugador. A partir de mañana seré un hincha más”, dijo un conmovido Pistolero Suárez al agradecer al público.
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La emoción en las gradas no se trasladó al campo de juego, donde se disputó un aburrido partido con escasas situaciones de riesgo. Casi nunca la Celeste pudo imponer el juego vertiginoso que distingue al DT Marcelo Bielsa, contenido por una acertada estrategia defensiva de su colega y compatriota Gustavo Alfaro, que en su debut logró lo que fue a buscar a Montevideo: un empate para aliviar la complicada situación de los guaraníes en el clasificatorio para la Copa del Mundo 2026.