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El Decano perdió ayer contra River Plate en el Monumental de Núñez por 3-1, en un partido de fogueo en el se salvó de la humillación gracias a las atajadas de Gastón Olveira y un autogol millonario que maquilló el resultado.
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El lunes, el conjunto franjeado había perdió 1-0 contra Independiente, en Avellaneda, por lo que la expedición en el vecino país se cierra con un balance negativo.
El de la víspera fue un duelo aún más duro, por el nivel del adversario, que generó mayores complicaciones, el empastado híbrido sobre el que el balón recorre con mayor velocidad, contrastando con la lentitud franjeada, sin creatividad ni imaginación en el mediocampo y con múltiples complicaciones en la zona defensiva.
Solari venció la resistencia de Olveira en el primer tiempo. Colidio amplió la cuenta en el segundo y luego volvió a marcar, configurando la goleada. El descuento llegó mediante una acción del chico Zarza y el desvío de Funes Mori para el autogol.
Al final fue un resultado mentiroso, porque los locales pudieron haber establecido una diferencia mayor en el marcador.
Olimpia animará el sábado el clásico añejo contra Guaraní en Ciudad del Este, a las 18:30, por la primera fecha del Clausura. Está lejos de ser un equipo competitivo como lo exige su historia.