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Este supuesto caso de abuso ocurrió el 2 de marzo, en el marco de la concentración del equipo para un partido de la Copa de la Liga, realizada en el hotel Hilton, Tucumán.
La denuncia fue presentada por una estudiante de periodismo de 24 años, quien afirmó haber sido invitada a dicho hotel por el arquero Sosa a través de Instagram. Según su testimonio, tras consumir cerveza y fernet con los acusados, comenzó a sentirse mal. La joven declaró haber sido abusada sexualmente por los deportistas en estado de vulnerabilidad.
Tras el incidente, alrededor de las 5:30 de la mañana, la víctima solicitó un vehículo de Uber para regresar a su residencia.
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Respuesta institucional y declaraciones iniciales
El 7 de marzo, Vélez Sarsfield emitió un comunicado anunciando la separación preventiva de los involucrados del equipo, conforme a su protocolo de actuación en casos de violencia de género.
Esa misma noche, Fabián Berlanga, presidente de Vélez, enfatizó en una conferencia de prensa la colaboración del club con la justicia, recalcando las conversaciones con Sosa y la necesidad de esclarecer los hechos en el ámbito judicial.
Julio Rubino, empleador de la denunciante, compartió en LV12 Tucumán el impacto del suceso en la familia de la joven, mencionando la existencia de material videográfico y pericias médicas ya en posesión de las autoridades.
Movimientos en defensa y pruebas digitales
Un día después de ser excluido del equipo, Sosa expresó en Instagram su repudio hacia la violencia y su esperanza en una pronta resolución justa. Posteriormente, se filtraron conversaciones de WhatsApp entre él y la víctima, evidenciando el intercambio previo y posterior al encuentro.
Ernesto Baaclini, abogado de Sosa, confirmó la autenticidad de los mensajes y destacó el impacto negativo de la acusación en su defendido.
Proceso judicial y medidas subsiguientes
Se implementó una Cámara Gesell el 18 de marzo, método que permitió a la periodista brindar su testimonio sin contacto visual directo con los acusados. Tras esta declaración, la justicia solicitó la detención de los cuatro jugadores por un periodo inicial de 48 horas.
Como resultado inmediato, Vélez suspendió los contratos laborales de los implicados y anunció el inicio de un sumario interno para determinar acciones definitivas, subrayando el enfoque de las áreas de Fútbol, Géneros y Legales del club en el asunto.
Finalmente, los acusados fueron trasladados a la Brigada de Investigaciones de la Policía de Tucumán, donde permanecerán hasta que se resuelva la continuidad de su detención.
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