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Este viernes se disputó la final del Mundial de Talla Baja entre las selecciones de Paraguay y Argentina en el microestadio del club Argentinos Juniors, ubicado en la capital argentina, Buenos Aires. El encuentro lo comenzó ganado el conjunto albirrojo cuando al minuto de juego Pedro Ruiz marcó un golazo.
Posteriormente, comenzaron los inconvenientes cuando Paraguay excedió la cantidad de infracciones que por reglamentación empezó a ser penalizado con tiros desde 9 metros. Es así que los tres goles de Argentina llegaron por esa vía, lo que alteró los ánimos en el plantel albirrojo.
Polémicas decisiones arbitrales
El escándalo inició después del tercer gol de la Argentina, que llegó tras una infracción producto de una supuesta mano. Las quejas del entrenador paraguayo hicieron que los jueces lo echaran y este se reubicó en una de las gradas.
En ese momento en las gradas se sentía la tensión y dentro del campo de juego ambos equipos habían llegado al límite de infracciones, pese a que aún faltaban cuatro minutos para el final del primer tiempo.
Cuando se intentó reanudar el juego, la hinchada local arrojó una botella al campo de juego lo que hizo que el técnico paraguayo pidiera a sus jugadores que abandonaran el partido.
La delegación albirroja se marchó rumbo al vestuario, siendo apoyada por las selecciones de Brasil, Bolivia y Colombia que se encontraban viendo el partido.
Queda por saber si la Argentina, que ganaba 3-1, será declarada como campeona del Mundial.