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Tuvo ocasiones para ganarlo
La primera etapa comenzó complicado para Guaraní, porque más allá del golazo de Diego García, al conjunto dirigido por Rodrigo López le costó hacer pie y equilibrar el juego en esos primeros minutos.
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La intensidad que imprimió el equipo local en el arranque hizo que se imponga sin mucha resistencia dentro del trámite. El Aurinegro no encontraba la forma de soltarse, por momentos sus jugadores parecían atornillados en su zona. Otro factor fue el campo de juego, el cual se notaba que estaba lodoso y blando, algo que también en ocasiones afectó al cuadro local.
García recibió un pase bien abierto por izquierda y quebró cintura para el centro haciendo pasar de largo a Gil Romero. El delantero del equipo ecuatoriano encontró el espacio y sacó un potente remate que superó a Muñoz.
Aquel gol cambió por completo el desarrollo del juego. Porque el conjunto local disminuyó la intensidad con la que estaba jugando y eso permitió que de a poco el cuadro aurinegro vaya entrando en confianza, a tal punto que se hizo dueño de la pelota.
En cuanto a emociones, el juego cayó en un pozo, porque el local se metió atrás e intentó salir de contra, mientras que la visita movió el esférico intentando encontrar un espacio para dañar. Espacio que se generó en una avivada entre Camacho y Romeo Benítez para igualar las acciones.
El inicio de la complementaria fue electrizante. Ambos equipos salieron decididos a buscar el arco rival y tuvieron chances claras para adelantarse en el marcador. En ese sentido, fue el Indio el que la pasó un poquito peor, hasta que volvió a equiparar fuerzas en el terreno de juego.
Federico Santander fue sustituido y el Ro-ro López optó por jugar sin un referente en ataque, pero apostando a la velocidad de los livianitos, quienes tuvieron a mal traer a los defensores de Emelec cuando encaraban con espacios.
En los minutos finales Guaraní se replegó bien frente a su área grande para contener las llegadas del rival y sostener un valioso empate.