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El Real Madrid se adelantó con un gol del brasileño (2), pero Lucas Torró igualó (57) antes de que Rodrygo volviera a marcar (69) para amarrar un trofeo que el equipo blanco había ganado por última vez en 2014.
La Copa supone, de paso, para el Real Madrid una inyección de moral de cara al partido de ida de semifinales de Liga de Campeones del martes contra el Manchester City en la capital española.
El encuentro se puso pronto de cara para el Real Madrid cuando Vinicius llegó hasta la línea de fondo para dejar atrás para el remate de Rodrygo a gol (2).
Vinicius volvió a ser a una pesadilla para la defensa rival, especialmente para su marcador Jon Moncayola, que sólo podía pararlo con faltas hasta ver la amarilla (21).
El gol en contra no desanimó a los rojillos, que respondieron con un remate de cabeza de Ante Budimir detenido por Thibaut Courtois (8).
Osasuna se fue a presionar arriba la salida del Real Madrid, provocando algunas imprecisiones del conjunto merengue que volvió a mostrar debilidades en defensa.
El equipo navarro también llegaba por las bandas para poner balones al área.
Ante la presión osasunista, el Real Madrid salía con balones largos para las carreras sus hombres de ataques.
Rodrygo no consiguió controlar un pase de Vinicius y el balón quedó suelto en el área para un disparo de Benzema, que obligó a estirarse el meta Sergio Herrera (25).
El delantero francés fue de los que más lo intentaron esta sábado sin lograr perforar la portería rojilla.
Apenas un minuto después, Abde recibió un balón en profundidad, superó a Militao y cruzó por encima de la salida de Courtois, pero el balón lo sacó Dani Carvajal casi sobre la línea de gol (26).
El equipo blanco se mostraba muy blando en defensa ante un Osasuna que no bajaba los brazos y seguía dispuesto a hacer historia.
Torró iguala
El equipo blanco pudo ampliar su cuenta en una falta desde la frontal que David Alaba mandó al larguero (32).
Los dos equipos subieron revoluciones tras el descanso yendo a presionar al contrario muy arriba y llegó el premio a la insistencia del Osasuna.
Lucas Torró aprovechó un balón rebotado para soltar un disparo desde la frontal que se coló pegado al palo de la portería blanca para hacer el empate 1-1 (57).
El tanto desató la alegría entre los aficionados osasunistas, provocando un susto cuando uno de ellos encendió una bengala en las gradas que tuvo que ser apagada por las asistencias.
El gol impulsó al Osasuna, pero apenas diez minutos después del empate, Rodrygo se encontró con un balón en el segundo palo, que picó por encima de Herrera para hacer el 2-1 (69).
El equipo blanco volvió a ponerse por delante y buscó aprovechar con velocidad los espacios dejados por un Osasuna volcado en busca del empate.
Ancelotti dio más consistencia al centro del campo merengue con la entrada de Luka Modric (81) para mantener el control del balón en los últimos minutos en que Osasuna ya sólo buscó el juego directo sin lograr remontar el partido.