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Fue superada por la necesidad de ganar
Y lastimosamente hay historias que se repiten cuando no se aprende la lección. Y eso fue lo que penosamente ocurrió con la selección paraguaya Sub 17, comandada por Aldo Bobadilla.
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Así como ocurriera con la Albirroja Sub 20 meses atrás, este equipo arrancó de buena forma el Sudamericano. Ilusionó por el rendimiento que mostró en la fase de Grupos, pero una vez arrancado el Hexagonal final se vio superada en todos los aspectos.
Ayer, con la imperiosa necesidad de ganar para seguir con posibilidades de clasificar al Mundial, el combinado nacional volvió a mostrar muchas falencias colectivas e individuales. Salvo el arquero Facundo Insfrán, que en varias ocasiones sostuvo el cero en su arco con buenas intervenciones, el resto de los jugadores estuvieron varios escalones por debajo del rendimiento que mostraron en un momento de la competencia.
Una de las principales falencias estuvo en la elaboración de juego ofensivo. Si bien Mora tuvo una clara en la primera parte, cuando un defensor venezolano sacó el balón sobre la línea, el resto de las aproximaciones ofensivas eran sin una idea clara.
La Albirroja Sub 17 se apoyó mucho en las individualidades, careció de una idea, de un patrón de juego en conjunto para atacar, algo que quedó muy en evidencia a partir del Hexagonal final.
De mitad de cancha hacia atrás abundaron las descoordinaciones al momento de intentar recuperar el balón. Con pocos toques Venezuela nos creaba peligro y llegó a los goles aprovechando todos y cada uno de los errores producto del nerviosismo.
Los cambios de Bobadilla no modificaron nada dentro del trámite. En todo momento Paraguay fue un equipo que intentó ir para adelante, pero sin saber como hacerlo, dejando en evidencia que esta selección tuvo mucho tiempo de trabajo, pero nunca se preparó para lo que al final exige este tipo de competencias.
