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La V azulada tuvo el triunfo en bandeja, pero...
El partido pintaba bien para Luqueño, que por su condición de local y el apoyo de su afición, tomó la iniciativa. Recuperación y traslado del balón al terreno contrario, pero las acciones se esfumaban al llegar al área.
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A Ameliano le tomó un tiempo meterse en juego. Ya enchufado, demostró su mejor versión, actuando con soltura. Un elenco solidario con un nivel parejo de sus jugadores, a diferencia de los auriazules, con altibajos.
El gol visitante llegó con un tiro largo del arquero Papaleo. El pequeño Vera Brítez salió airoso en el duelo aéreo, el balón quedó en poder de Adorno para la asistencia a Sarquis, quien definió libre de marca. La última línea auriazul estuvo totalmente desacomodada.
A partir de ahí, la aliento se convirtió en presión. Reproches, silbidos y más. El joven Pat Alvarenga fue sustituido por Charpentier, pero las cosas no mejoraron.
Al descanso, con la ventaja de la V azulada, que actuó con inteligencia, aunque pudo haber sacado mayor tajada en algunas cargas que no fueron resueltas de la manera correcta.
El panorama para los locales se complicó aún más con la expulsión por doble amonestación del capitán Pablo Aguilar, tras una falta sobre Vera Brítez.
Ameliano pudo haberle llenado la canasta a Luqueño, que en los tramos finales jugó con nueve por la salida del lesionado Mendoza en momentos en los que la ventaja de cambios estaba cerrada.
Mediante un servicio de esquina de Fernández llegó la paridad, con el frentazo de Ledesma, luego de la mala salida de Papaleo.
Cuando parecía “muerto”, Luqueño dio señales de vida para al menos rescartar un punto, insuficiente para sus aspiraciones, pero valioso por como se desarrolló el encuentro, netamente favorable para los albiazules.
Al “Chanchón” le está costando su retorno a la división. Pasan las fechas y sigue sin poder tomar vuelo. Preocupante.
Un sabor amargo
“Nos vamos con un sabor amargo legalmente”, expresó inicialmente Fredderick Alfonso, mediocampista central del Sportivo Ameliano, quien lamentó la gran ocasión desperdiciada para alcanzar la primera victoria en el Apertura 2024 (llevan tres empates y una caída).
“Hicimos méritos para ganarle a un rival directo. Por una desatención nos entró el gol del empate”, señaló.
El técnico de Luqueño, Gustavo Florentín, ordenó el ingreso de Alan Ledesma para la segunda etapa, conformando una línea de tres zagueros. El argentino, uno de los pocos “sobrevivientes” de la campaña del ascenso, señaló el tanto de la paridad con un frentazo.
“Cuando no se puede ganar, tampoco se puede perder. El empate es buenísimo, suma”, significó.
Después de militar en la segunda categoría y tras perderse las fechas iniciales por la enfermedad de moda, Ledesma tuvo la ocasión de estrenarse en la temporada. “Siempre pensaba jugar en Primera. Dios me dio la posibilidad y lo hice con gol”, indicó.