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Estando en Cerro Porteño, club al que pertenece su pase, Claudio Aquino le ayudó para completar la construcción de su casa. Fredy le comentó que ya estaba cansado de vivir en el inquilinato, por lo que el argentino le facilitó algunos billetes.
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El ya retirado Julio Irrazábal también forma parte de las vivencias comentadas por Vera, porque en un difícil momento le prestó sus botines para entrenar y jugar.
Pero eso no es todo, a David Mendieta Chávez le dijo que no tenían qué comer y que se encontraban entre cuatro, por lo que su bondadoso colega lo llevó a un supermercado, del que salió con dos carritos llenos de productos de necesidad básica.
El caazapeño se consagró campeón de la Copa Paraguay con Ameliano, al que llegó también con una mano adelante y otra atrás. El momento más esperado era el llamado a la concentración, en la que podría consumir los alimentos que en el hogar no tenía.
El presente es distinto. Con un ingreso mejorado en la V azulada, Fredy David puede vivir ahora como se dice habitualmente “como la gente”.