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“Los momentos que nos llamaron para tomar el cargo fueron difíciles. En la primera etapa el equipo tenía un solo punto, no tuvimos un buen arranque, pero luego corrigiendo las cosas prácticamente en siete partidos logramos cinco victorias que fueron muy importantes”, señaló el orientador Robert Pereira Molina (RPM), que desde fines de febrero hasta abril tuvo un nivelado registro, con cinco victorias y cinco derrotas.
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“Salimos por una circunstancia que no tiene nada que ver con el fútbol”, por diferencias con el entonces gerenciador Carlos Avedissian.
“Cuanto regresamos, el club estaba en una situación complicada en la lucha por la permanencia. Se hizo más fácil porque nos encontramos con un plantel mejorado, tal es así que para el partido contra Libertad, por más que hayamos tenido bajas por cláusula, los recambios respondieron”. En el ciclo iniciado a mediados de octubre, se registraron cuatro triunfos, una igualdad y una sola caída.
“Sumamos bastante puntos en corto tiempo. Eso se debe a que el plantel fue dócil, predispuesto al trabajo y logramos los objetivos con la bendición de Dios”, destacó el profesional.
“Le ganamos a rivales directos y también a los que estaban arriba, Cerro Porteño, Nacional, Libertad, Guaraní. Eso nos ayudó bastante a crecer como cuerpo técnico y que nuestro trabajo sea bien visto por la gente del fútbol”, concluyó.