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Un torneo que se reinició con el empate sin goles entre Shakhtar Donestk y Metalist, equipo de la ciudad de Járkov, en un Estadio Olímpico de Kiev, aunque sin público debido a las medidas de seguridad implementadas en medio del conflicto bélico con el vecino país.
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“Mientras ustedes, los rusos, siguen con la guerra, nosotros, los ucranianos, volvemos a jugar al fútbol”, resumió Pavelko en la jornada de inicio del certamen que coincidió con la celebración del “Día de la bandera nacional”.
Una fecha para nada casual la elegida para que la pelota vuelta a rodar en una nación ensangrentada, un gesto que pretende llevar algo de alegría a la población devastada por la guerra.
“Decimos reanudar el campeonato por nuestro pueblo, por nuestros aficionados y también por nuestros soldados que pelean en el frente” de batalla, reiteró Pavelko al confirmar que el fútbol está de regreso no sólo en primera división, sino también en la segunda y en la tercera categoría, tanto en la Liga masculina, como en la femenina.
Cada estadio, con sirenas
Cada escenario en el que se reanudó el deporte más popular del país y del planeta está dotado de sirenas de alerta y de refugios en las adyacencias donde guarecerse en caso de bombardeos, mientras baterías antiaéreas móviles del ejército ucraniano los circundan para repeler eventuales ataques.
Los árbitros recibieron precisas instrucciones sobre cómo deben actuar en caso de ocurrir esos ataques que obligarían a interrumpir los partidos, algunos de los cuales fueron postergados por cuestiones organizativas, como en los casos de Minaj-Leopoli, Dnipro-Oleksandriya y Inhulets-Dínamo Kiev.
La Champions League en campo neutral
Dos clubes que tienen su sede en territorios devastados por la guerra: Mariupol y Desna, no participan del campeonato que animan 16 equipos, entre ellos el Shakhtar, que jugará sus partidos de la Champions League en territorio extranjero.