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De negar los atrasos en las obras a tener que aceptar la existencia de los mismos. El cambio de postura de la Secretaría Nacional de Deportes en las últimas semanas tuvo que ser drástico.
Ricardo Deggeller, quien asumió como nuevo coordinador de los Juegos Odesur, minimizó hace poco más de una semana los atrasos que existían en las obras de infraestructuras de cara al evento que tendrá lugar en Paraguay en la primera quincena de octubre.
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“La situación es bastante buena. Estamos avanzando con la construcción de todos los espacios nuevos”, afirmó el coordinador de los Juegos Asunción 2022 durante una visita a la redacción de ABC Color.
Deggeller aseguró de forma tajante: “No hay retrasos”.
La situación cambió drásticamente un par de días después, cuando la propia Comisión de Seguimiento de los Juegos reconoció que existían atrasos. El titular del Comité Olímpico Paraguayo (COP), Camilo Pérez López Moreira, llegó a reconocer que existía preocupación aunque con la certeza de que las obras llegarían, pero “sobre la hora”.
Que no se repita la historia
Desde 2020 hasta este año, la SND realizó licitaciones por unos G. 380.000 millones en el marco de la preparación para los juegos. Varias de las obras presentan importantes atrasos.
La preocupación por la llegada a tiempo de las obras se suma además a las dudas sobre si los trabajos a las apuradas no podrían representar un riesgo a la calidad de las obras. Algo en lo que la SND ya tuvo malas experiencias.
Los cuatro estadios de fútbol municipales construidos en Carapeguá, Coronel Oviedo, Concepción y Limpio con recursos de la SND constituyen testimonios concretos de mala inversión, con fuertes sospechas de malos manejos. Los estadios fueron encargados en el año 2011 por la SND, que entonces era dirigida por Paulo Reichardt, por un total de G. 14.800 millones. Hoy, apenas 11 años después, las estructuras presentan graves deficiencias y están casi inservibles.
“No va a pasar algo así, porque se realiza el seguimiento”, aseguró Deggeller a nuestro diario.