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Tras el enfrentamiento entre los dos sectores de la barra del Sportivo Luqueño, en pleno partido entre Atyrá y el auriazul, varios involucrados en la contienda salieron a brindar testimonios sobre las consecuencias. Rubén Peréz, dirigente de Atyrá, habló sobre las medidas tomadas en el sector educativo y las consecuencias generadas en el post-partido.
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“Dentro de un círculo de cinco cuadras tenemos colegios importantes y áreas educativas de 1500 alumnos. Para evitar el encuentro de las barras con los alumnos y se tenga que lamentar algún robo de celular o encontronazos, advertimos a la gente de educación y suspendieron las clases”.
“Hubo daños que cometieron estas barras. Rompieron los portones de seguridad, echaron el tejido, quitaron la pintura de la gradería. Se tiraron cascotes, uno de ellos le agarró al oficial de evento y le rompió la cabeza” aseveró Pérez.
“Vinieron todos en masa cuando terminó el primer tiempo, ellos (La Barra de Luque y los Chancholigans) querían agarrar territorio, ambos querían poner sus banderas por los tejidos y ahí comenzó la pelea. Ellos no vienen para ver el partido, vienen para incidentar” detalló el dirigente atyreño, en díalogo con el Cardinal Deportivo.
A estas declaraciones, se le suman las palabras de Freddy Ojeda, suboficial de Atyrá y miembro de la comisaría local que lidió con el hecho: “Un oficial del evento, resultó víctima de herida cortante a la altura de la cabeza, con 2 puntos, se encuentra estable. No se le identificó al autor”.
Los ciudadanos de la ciudad más limpia del país, también dieron testimonio del percance vía redes sociales. Atribuyendo saqueos y demás actos, a los hinchas del auriazul.