Horas antes del anuncio, se publicaron videos, fotos y una grabación de audio en la cuenta de Instagram de la mujer antes de ser eliminados. Esas imágenes muestran a la joven con la cara ensangrentada y golpes por todo el cuerpo y están acompañadas con el mensaje: “Para todos aquellos que quieren saber lo que Mason Greenwood me hace realmente”.
“Estamos al corriente de las imágenes y de las acusaciones que circulan en las redes sociales”, escribió el club en un primer comunicado. “No realizaremos ningún comentario hasta que los hechos se hayan esclarecido. El Manchester United no tolera ningún tipo de violencia”.
Tras esa primera advertencia, el United publicó un segundo comunicado: “Mason Greenwood no volverá a entrenarse ni a jugar partidos hasta nueva orden”.
Un portavoz de la policía de Mánchester, citado por la agencia británica Press Association, declaró por su parte que ha “abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de lo ocurrido”.