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Darío Herrera es sinónimo de Fútbol de Salón. Parte de la historia de un deporte que no pierde tradición en el interior del país fue escrita por el “mejor pívot del mundo”, que a las 34 años, por problemas de salud, viajó a la eternidad, donde continuará jugando el deporte que ama. El legado que deja el futbolista, también campeón de la Copa Libertadores de Futsal FIFA con Cerro Porteño en 2016, es gigante y estará guardado en cada rincón del salonismo, que hoy viste de luto.
Herrera, siete veces campeón del Campeonato Nacional, el certamen de selecciones más importante del territorio nacional y que reúne multitudes en las Eliminatorias y las Finales, disfrutó con gol incluido el último partido que disputó. Seleccionado por Presidente Franco, el jugador arrancó el juego contra San Alberto por la octava jornada del clasificatorio de Alto Paraná entre los suplentes por “un cuadro gripal”, pero ingresó y fue clave: anotó el tanto del triunfo por 1-0.
“Hoy yo no estaba en la lista, en los planes por un pequeño cuadro gripal. Me hice todas las pruebas y dieron negativas. El profe me dio la confianza y pude estar en la cancha Le pedí por favor al profe que me pueda dar un oportunidad en el día y por suerte se me dio, jugué unos minutos y marque el gol de la victoria. Es para mi familia en especial”, expresó Herrera, entre lágrimas, a un medio local, revelando que estaba con inconvenientes de salud.
Los franqueños despidieron a Herrera en un emotivo y multitudinario evento en el polideportivo de la ciudad de Presidente Franco. Por su parte, en Asunción, los restos del goleador del Mundial Bielorrusia 2015 son velados en el Memorial, sobre la Avenida Mariscal López 5353 y Dr. Caballero. El sepelio, para el adiós final a la leyenda del Fútbol de Salón nacional, goleador del Mundial Bielorrusia 2015, será a las 17:00, en el Parque Serenidad de Villa Elisa.