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Resultado que brinda un refuerzo anímico
Un equipo nacional cómodo corriendo e incómodo jugando. Bien para recuperar el balón, pero la dificultad se presentaba al momento de tratarlo con criterio y dañar en ataque. Un elenco formateado para el empuje, la garra, pero esos rasgos tan importantes y que son característicos de nuestro fútbol, deben ser complementados con creatividad e imaginación.
Se turnaron para “raspar” a los rivales, sobre todo a la estrella Messi, quien pese a los rigores de la marca, como es habitual fue el generador de fútbol albiceleste.
Los minutos iniciales resultaron preocupantes, pese a las sensaciones positivas generadas por un par de remates de Arzamendia y algunas acciones aéreas. Los albirrojos habían reclamado un penal por un brazo abierto de Romero, quien se encontraba de espaldas.
La acción más clara de gol fue abortada por Alderete con un rechazo al córner, luego de una incursión profunda de Correa. Complicaciones defensivas por las pelotas quemantes y “rifadas”. Villasanti fue el “elegido” para la primera tarjeta amarilla luego de una sucesión de faltas colectivas.
Los visitantes sintieron el desgaste físico y fueron perdiendo intensidad. Al descanso, con el marcador el blanco y con un claro porcentaje de posesión de balón de 70 a 30 a favor de Argentina.
El inicio del segundo tiempo fue idéntico al primero, con los albicelestes merodeando la portería albirroja, ejerciendo presión, aunque nuevamente se fueron apagando. Antony Silva tuvo intervenciones brillantes, principalmente para sacar del ángulo un envío del Papu Gómez.
Pero la diferencia de la fracción inicial, la Albirroja no solo fue defensa, también tuvo peso ofensivo. En ese sentido, su imagen se vio mejorada. Almirón y Tony Sanabria estuvieron cerca del tanto. El golero Martínez demostró su jerarquía con las tapadas.
Sobre el final, la cabalgada de Cardozo Lucena para servir el esférico al Cocoliso González, quien desde una ubicación inmejorable, remató sobre el travesaño. Era el momento ideal para empujar y buscar la victoria, pero Berizzo optó con bajar la persiana con modificaciones defensivas.
El resultado no es malo. El tema es que el escenario era ideal para buscar algo más.
EL Arbitraje
El brasileño Anderson Daronco no tuvo mayores inconvenientes, pese a algunas escaramusas generadas por el fragor de la lucha. El gaúcho, de 40 años, con insignia de la FIFA desde octubre del 2014, se ahorró un par de tarjetas, principalmente en el primer tiempo.
Un penal reclamado por bando. En el primer tiempo se registró un brazo abierto del argentino Romero, quien se encontraba de espaldas, mientras que en el segundo, el balón dio en la mano apoyada de Robert Rojas.
Un partido caliente en el que el juez basileño se mostró sereno para sacarlo adelante.