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Berizzo se sigue equivocando
Sin dar vueltas. El rendimiento del equipo que mandó anoche a la cancha el entrenador Eduardo Berizzo no mostró mucho como para evitar ser superado por Uruguay. Buscó cuidar a la mayoría de los que estaban en capilla, no eligió bien y una vez más insistimos en que Gastón Giménez no muestra el compromiso con la casaca albirroja.
Más que el gol de penal de Edinson Cavani, el golpe que se sintió con mayor impacto fue la lesión de Miguel Almirón que tempraneramente tuvo que salir de la cancha y con llanto.
Con la ventaja, el seleccionado del “Maestro” Tabárez jugó con la jerarquía que tiene e incluso con el goleador Luis Suárez en el banco.
Liviano en el fondo, sin pies firmes en el medio campo lo que dificultaron tener presencia en el ataque. Con la salida de Almirón, fue necesario cambiar no solo de nombre, sino también de esquema táctico. No se encontró la solución, seguramente también con lo que representó entonces ver a Miguel en el banco con lágrimas.
No mejoramos nada en el primer tiempo, Uruguay generó para ampliar la diferencia, pero fueron a los vestuarios y se esperaba ver otra cosa en el segundo período.
En algo se levantó el nivel, se tuvo mayor aproximación al arco de Mus-
lera, pero eso se vio luego de tener a Carlos González en ataque, en reemplazo de Gabriel Ávalos, cuyo nivel solo convence a Berizzo.
Contando ocasiones de gol en la segunda parte, se compartió más esa virtud con el rival, la sensación de gol frente a ambos arcos estuvo ahí. Incluso hasta el final se tuvo la esperanza de llegar al empate, pero también se corrió riesgos atrás.
Un mal cierre de la fase de grupos se termina en la tercera posición, pero los cuestionamientos a las decisiones del entrenador no paran, y es el momento en el que la dirigencia de la APF debe sentarse y a conversar acabadamente con Berizzo. La irregularidad en el rendimiento, en los resultados y las formaciones del equipo, siguen siendo apuntados contra el técnico.
Ahora viene Perú en cuartos, cuál será el futuro en la Copa América: impredecible y el tiempo lo dirá...