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El sábado ardió la Olla, en tanto que en los partidos domingueros, en Tuyucuá, la jornada terminó con cierto sabor a campeonato, mientras que en Para Uno se proyectó un verdadero film de suspenso.
Cuando vimos a Francisco Arce encarar a los árbitros al término del partido, supimos que se venía algo pesado en la conferencia de prensa y también a nivel dirigencial.
Es que la omisión del VAR para poner al tanto al juez principal sobre la agresión del “Chapa” Martínez a Villasanti resultó grotesca y ya a varios días del hecho no apareció ninguna explicación razonable a tal acción.
Si bien Nacional mejoró en la complementaria y hubo otras acciones erróneas por parte del cuerpo encabezado por Carlos Paul, el no ver con todas las cámaras disponibles el manotazo de Martínez, ingresa a la galería de los grandes errores arbitrales de los últimos años.
Siempre miramos con desconfianza al VAR, y no precisamente por lo que significa como tecnología, sino por quienes lo manejan.
Resulta muy contradictorio y altamente sospechoso que a través del VAR se hayan sancionado penales en los que uno descubría la falta recién a la cuarta repetición del tercer ángulo disponible, y hayan dejado de revisar cuanto menos la clara agresión de Martínez, disponible en el ángulo principal y sin necesidad de recurrir a la cámara lenta.
Esperamos alguna explicación a esta grave falencia arbitral y que altera el puntaje de uno de los candidatos al título como lo es el Ciclón, que ya sufrió algún perjuicio en este torneo, aunque sin tanta alevosía como el del sábado.
En Para Uno la temperatura fue bien alta y lo que parecía ser no fue.
El Sol de Iván Almeida arrancó golpeando tras un terrible error de Otálvaro y parecía ganarlo definitivamente en la complementaria cuando se produjo el autogol de Salcedo seguido por la expulsión de Recalde, que dejaba en desventaja e inferioridad a los dirigidos por Orteman.
Los azules se ponían 2 a 1 y para Olimpia era el tercer golpe adverso en una semana.
Pero al defensor Pablo Meza se le ocurrió cambiar el hándbol por fútbol, cometió dos penales que los franjeados convirtieron con remates de Silva y Derlis González.
Olimpia conseguía un triunfo con poco fútbol, pero mucho amor propio, como aquel ante los bolivianos de Always.
Pero los tiempos vienen bastante adversos para el Decano, y en la última jugada del partido Otálvaro volvió a cometer un penal tonto que el “Mudo” Valdez convirtió en el 3 a 3 definitivo que dejó en estado de ebullición al Manuel Ferreira.
En Tuyucuá el resultado fue satisfactorio, pero sobre el final la cosa terminó con bronca entre los contendientes por un cruce de palabras en un juego bien disputado.
Empujones e insultos cerraron la tarde noche en la que Libertad ganó gran parte del título, en medio de un ambiente en el que para no ser menos que sus adversarios, la adrenalina, bronca y tensiones estuvieron a la orden del día en el medio de una fecha demasiado caliente.
@Fedearias77