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Naomi Osaka admitió la emoción que genera jugar en la tierra batida, pero expresó que está estresada por no conquistar ningún título en la superficie. “Siento que es emocionante jugar en tierra batida porque, además, todavía no he ganado un torneo en esta superficie. Eso me emociona y también me produce estrés porque realmente quiero hacerlo bien aquí. Lo hago mejor cuando estoy tranquila, pero es difícil luchar contra ese sentimiento cuando realmente quieres algo y cuando llevas dos años sin jugar en tierra”, expresó la nipona.
Osaka fue consultada por Wimbledon y aseguró que, de las cuatro participaciones, la que más recuerda es la de 2017, cuando cayó en la tercera ronda contra Venus Williams. “Aunque perdí el partido, es mi recuerdo favorito. No fue en la cancha central pero realmente me encantó porque además la miraba y recordaba cuando era pequeña y la veía ganando el título. Aún así, Wimbledon es un poco doloroso porque no he llegado todavía a la segunda semana”, confesó la japonesa, que jugará el Abierto de Madrid desde la primera ronda (aún no conocer al rival).
La actual número 2 del ranking y ganadora de cuatro Grand Slam (dos Abiertos de Australia y dos Open USA), ya entrenó en Madrid preparando el debut en la Caja Mágica. “Estoy golpeando la pelota bastante bien y espero que eso siga así porque podré ajustarme mejor a los partidos. En este momento, no tengo mucha experiencia para ser capaz de distinguir lo que es bueno en arcilla y lo que no es bueno en arcilla”, expresó Osaka, quien reveló que para afrontar este periodo en tierra batida trabajó con “la movilidad y el deslizamiento”.