Cargando...
Directo, duro y amenazante. Así fue cada palabra de Gianni Infantino sobre la Superliga, el nuevo certamen lanzando el lunes por doce de los clubes más poderosos del viejo continente. “No hay ni la menor duda de que la FIFA desaprueba con firmeza la Superliga. Los clubes deberán afrontar las consecuencias”, sentenció el presidente de la FIFA.
El torneo europeo, que compite a la Liga de Campeones, es “un club cerrado” y “disidente de las instituciones existentes”, continuó Infantino en la apertura del Congreso anual de la UEFA. “O estás dentro, o estás fuera. No puedes estar mitad dentro y mitad fuera”, agregó el suizo, que nuevamente amenazó con excluir a clubes y a jugadores de las competiciones nacionales e internacionales.
“Los ascensos y los descensos son un modelo que ha tenido éxito”, señaló Infantino, quien apuntó al sistema de la Superliga, en el que los clubes fundadores tendrán garantizada la clasificación en cada temporada, mientras que en la Liga de Campeones, los equipos obtienen sus respectivos boletos a través de las ligas nacionales.
Las declaraciones de Infantino eran especialmente esperadas en Europa, que necesitará de la FIFA para las eventuales represalias que aplicarían a los doce clubes, entre ellas impedir a los futbolistas la posibilidad de disputar los partidos con sus respectivas selecciones y, además, la prohibición de jugar la Copa del Mundo (como la Eurocopa, la Copa América, entre otros).
“El modelo deportivo europeo es un enfoque único (...) fundado en la apertura de una competición equitativa que da prioridad al mérito deportivo. Ese modelo está amenazado ahora (...) ante el desafío de un enfoque puramente guiado por los beneficios”, lamentó, por su parte, el mandatario del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.