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La selección de Belice aterrizó en Haití el lunes para afrontar la primera jornada del clasificatorio de la Concacaf a la Copa del Mundo de Qatar 2022. Como es habitual, los jugadores, el cuerpo técnico, los auxiliares y los directivos subieron a un colectivo con destino al hotel de concentración. En el viaje, la delegación vivió un episodio de terror: un grupo de insurgentes con rifles de asalto en motocicletas detuvo el bus y la policía, que escoltaba al combinado caribeño, debió negociar con los hombres armados.
“Es una situación que el equipo nunca había enfrentado, pero estamos complacidos de informar que nuestros Jaguares, a pesar de estar sacudidos por esta terrible experiencia, están seguros en el hotel”, expresó la Federación de Fútbol de Belice en un comunicado. Haití, un país en crisis económica y política, vive en estado de emergencia desde el 18 de marzo, con el fin de “restaurar la autoridad del Estado” en áreas controladas por pandillas dedicadas al secuestro y extorsión, y que tienen enfrentamientos la policía.
Luego de expresar su “decepción” y “disgusto” por el incidente, Belice reveló que contactó con la FIFA y la Concacaf, y que buscan ubicar al equipo en una zona segura. “Es lamentable que nuestros Jaguares enfrenten tan traumática experiencia”, consideró la Federación. “Fue un momento de bastante temor. Mantengámonos unidos y tomemos las mejores decisiones en lo que respecta al equipo”, expresó el goleador Deon McCaulay, quien es además uno de los capitanes. El choque será el jueves en Puerto Príncipe.