El Legendario no registra buenos números jugando en suelo cafetero y esta noche debe romper esas estadísticas; primero tratar de triunfar por el mismo marcador que cayó de modo a llegar a los penales, o ganar por una mayor diferencia, o también siempre por dos, pero anotando más del par de goles.

Un empate y hasta una derrota por la mínima beneficia al cuadro de Medellín, al que el conjunto de Dos Bocas enfrentará por segunda vez en la Libertadores, pero con antecedentes de haberlo hecho en la Sudamericana, tampoco sin la satisfacción de festejar.

El nuevo equipo del entrenador argentino Gustavo Costas no es el combativo de año pasado que lo llevó a ir quemando etapas desde la Fase 1 de la Copa, terminar jugando 14 partidos, quedar eliminado en octavos de final frente a Gremio.

En los últimos encuentros del torneo local tampoco le fue bien el cuadro aurinegro, pero el técnico tiene el firme convencimiento que la serie está aún abierta y abriga esperanzas en sus dirigidos que podrán remontar la desventaja de 0-2, cumplir la hazaña y seguir en la competencia. Las cartas están echadas y el Indio por mostrar el “as”.