Tuvo orgullo de campeón

El orgullo de campeón llevó a Olimpia a reponerse de la doble ventaja de Guaraní, empatar (2-2) y terminar ganando en penales 5-4 y cerrar el año con el título del torneo Clausura, el 45 en su rico historial. Otra vez Alfredo Aguilar se hizo grande en la definición desde los doce pasos, ya es una marca registrada.

Todos querían abrazar al arquero Alfredo Aguilar, una vez más gravitante en la definición por penales ante Guaraní.
Todos querían abrazar al arquero Alfredo Aguilar, una vez más gravitante en la definición por penales ante Guaraní.

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De todo en el último partido

Una final que tuvo de todo, dramatismo, situaciones cambiantes y un epílogo en el que Olimpia amuralló su zona defensiva aguantando los últimos manotazos de Guaraní, desesperado por evitar la tanda de penales.

Es que Olimpia en los doce pasos tiene a Aguilar, fundamental contra Cerro Porteño, fundamental anoche, cuando atajó y “apichonó” a varios de sus excompañeros.

El primer tiempo fue fiel a la realidad de ambos equipos, Maná con gran definición y Javier Báez reivindicándose al penal fallado con el partido cero a cero, marcaron una diferencia de dos goles que parecía teñir de aurinegro el Clausura.

Romaña gigante en el fondo, Merlini encarando y desequilibrando, fueron las figuras de un equipo que terminó jugando, corriendo y marcando una diferencia de velocidad llamativa para una final. Pero Olimpia es grande, tiene ese orgullo y amor propio de aquellos que ganaron varios títulos y saben qué camiseta tienen puesta.

La estrategia fue ir casi con prepotencia, en el buen sentido de la palabra, a buscar reducir diferencias, Otálvaro y Torres como extremos, Alcaraz metido entre Roque y Recalde. Justo el Pollo marcó el descuento convalidado por el VAR, herramienta que también apareció para marcar penal ante la mano de Báez, pena máxima que el infalible Ale Silva convirtió con calidad para igualar el marcador, una cuestión que parecía poco menos que probable en la etapa inicial.

Hasta se sobrepuso a la tonta expulsión de Otálvaro –negra racha con los laterales derechos últimamente– y resistió como pudo los ocho minutos de tiempo adicional en los que Guaraní mostró que no quería llegar a los penales, desbordando y llenando de centros el área franjeada.

El pitazo final dio lugar a una historia que tenía un final medio anunciado. Pues los especialistas marcan diferencia y Aguilar atajó y condicionó a los ejecutantes del Indio, varios excompañeros suyos.

La tanda de cinco igualada dio lugar al mano a mano y allí Bobadilla estampó el travesaño y generó el fin de año con gloria para los decanos.

Honor y gloria, no darse por vencido ni aún vencido, superarse y empujar a un rival que lo tenía dominado, a diferencia de los títulos de Garnero, con un formato bien diferente, este Olimpia recuperó el tranco y supo pisar fuerte en los momentos de mayor debilidad.

Alma de campeón que le llaman, se puede no estar en buena forma, se puede ser superado en el juego y buscando un horizonte certero en medio de tantos cambios.

Pero ese ADN de ganador, de estar acostumbrado a este tipo de desafíos, de saber ponerse a la altura de las circunstancias, llevó a Olimpia a ganar su estrella 45 para brindar en este fin de año que pintaba bien austero y con pocas sonrisas.

Continuidad del técnico por definirse

Más allá del contrato vigente hasta fin del año próximo y de que anoche el técnico argentino Gustavo Costas confirmó escuetamente en conferencia de prensa su continuidad en Guaraní, la situación está por definirse próximamente.

El técnico aborigen consideró que se va con la espina clavada porque su equipo “merecía” ganar, ya que “fuimos superiores”.

Refiriéndose al segundo tiempo, en el que Olimpia logró dar la vuelta el marcador, dijo: “Para mí el equipo no se quedó. Nos fueron llegando con pelotazos, infracciones dudosas que fueron para Olimpia”. Y reiteró el desgaste físico del plantel. La falla de sus dirigidos, según él, estuvo en no “aguantar esos pelotazos que nos tiraban”.

Sobre tener que arrancar nuevamente la próxima Copa Libertadores de 2021 desde la primera fase, como esta temporada, sostuvo que “empieza otro año durísimo. Armar otro equipo más, acomodar muchos jugadores. Conformar un equipo como el que armamos este año”.

En nueve partidos, el título

El entrenador argentino Néstor Gorosito llega a la consagración dirigiendo nueve partidos (tres victorias, tres empates –dos de estos ganados en penales– y tres derrotas).

“Un primer tiempo malo, típico de una final, trabajo con poco juego, poca llegada, ellos contragolpean muy bien, encontraron los dos goles en un partido parejo. No sé si merecían ir ganando. Creo que el segundo tiempo de Olimpia fue excelente, con uno menos”, fue el análisis del técnico franjeado que remarcó que “en un club gigante como es Olimpia, siempre hay que ganar”.

Una de las figuras claves en el equipo franjeado, el arquero Alfredo Aguilar, tras destacarse una vez más en los penales, sentenció: “En una final es eso lo que hay que hacer: dejar el alma, como se dice”.

Con el título de anoche, el equipo de Para Uno se anotó a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2021 y se garantiza 3 millones de dólares. Queda en manos de Gorosito conformar el nuevo plantel.

@Fedearias77

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