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PSG y Basaksegir regularizaron la última jornada de la Liga de Campeones un día después del escandaloso suceso que involucró al cuarto árbitro y a Pierre Achille Webo, ayudante técnico del equipo turco. Sebastian Coltescu llamó al juez principal para expulsar al camerunés y señaló al exjugador como “aquel negro”. La frase desató la indignación y reacción de todo el banco de suplentes visitante. Los jugadores determinar no seguir jugando y los locales apoyaron la decisión.
Un día después, ambos equipos disputaron el lance (5-1 para los parisinos), pero con una nueva terna arbitral. Danny Makkelie y otros referees sustituyeron al trío de Ovidiu Hategan. Ante del inicio del choque en el Parque de los Príncipes, el holandés formó parte del gesto de los futbolistas contra el racismo: los jugadores se arrodillaron y el juez también. “No dudé en hacerlo como muestra de deportividad y respeto”, comentó a NPO Radio 1.
“Dije que por supuesto participaríamos, como árbitros también estamos contra la discriminación y el racismo”, continuó Makkelie, quien mencionó que no fue ninguna sorpresa el acto previo al encuentro “ya que ha pasado con frecuencia en otros partidos de la Liga de Campeones”. El colegiado explicó que recibió una llamada de la UEFA luego de la suspensión del martes con el fin de que, junto a sus colaboradores, sustituir a los rumanos en París.