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El diario Clarín confirmó en su portada que Maradona sufrió un paro cardiorrespiratorio en su casa en Tigre donde se instaló después de la intervención quirúrgica que había tenido semanas atrás por un hematoma subdural.
Maradona (el 30 de octubre cumplió 60 años) fue campeón mundial con la selección juvenil de Argentina en el Mundial de Japón 1979 y su máximo logro fue en el Mundial de México 1986, cuando alzó la segundo Copa del Mundo para su país después de la que logró su selección en 1978.
Creció en Villa Fiorito, uno de los lugares más pobres de Buenos Aires, comenzó siendo una gran atracción en los Cebollitas hasta que debutó en la primera división de Argentinos Juniors a finales de la década del setenta.
En 1981 pasó a su amado Boca Juniors donde logró el título de campeón y de ahí pasó al Barcelona de España. En el club catalán fue gran figura y había sufrido una fuerte lesión en uno de los tobillos. Posteriormente fue al Nápoli, equipo del sur de Italia que no había ganado mucho hasta ese momento.
En ese sitio vivió su mejor época como jugador, lo hizo grande al Nápoli, los hinchas de ese club lo adoran, ganó la Copa de la UEFA, la actual Europa League, ganó campeonatos italianos y puso a su equipo a pelear con los grandes del norte de Italia, como Juventus, Inter y el Milán.
Fue el mejor del Mundial México 1986, guió a su selección a ganar la Copa del Mundo y a marcar el mejor gol en la historia de los Mundiales, el segundo a Inglaterra. En ese mismo partido había marcado el gol con la mano que él mismo inmortalizó con la frase “la mano de Dios”.
En Italia 1990 jugó con una lesión en uno de los pies, igual fue el mejor de su equipo a quien volvió a llevar a la final de la Copa del Mundo que perdió ante Alemania 1-0 y hasta ahora se recuerda el llanto del Diego con la medalla de plata en el cuello.
Un año después, luego de un partido ante el Bari fue confirmado su doping positivo y comenzaron sus problemas. Fue suspendido por varios meses y volvió en 1993, jugando en Newell’s Old Boys de Rosario, regresando a la selección para llevarlo al Mundial de Estados Unidos 94 en el repechaje ante Australia.
Fue al Mundial, marcó un golazo y dio una gran habilitación a Claudio Caniggia en un partido ante Nigeria donde al finalizar de vuelta le encontraron el doping positivo y volvieron a suspenderlo para inmortalizar otra frase maradoniana: “Me cortaron las piernas”.
Cuando volvió al fútbol lo hizo en Boca Juniors donde finalmente se retiró después de un superclásico ante River Plate en el estadio Monumental de Núñez.
Cuando años después se hizo un partido homenaje en la Bombonera de Boca Juniors, dejó otras de sus célebres frases: “La pelota no se mancha”, asegurando que él cometió errores, pero que la pelota no tiene nada que ver, que no se mancha.
A partir de ahí se vinieron varias situaciones buenas y malas para Maradona. En el 2010 fue entrenador de la selección argentina en el Mundial de Sudáfrica. En estos últimos tiempos fue entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata de la primera división del fútbol argentino.
Falleció a los 60 años y a partir de ahora nace la leyenda de alguien que fue uno de los mejores, sino el mejor, que pisó una cancha de fútbol, que paseó su fútbol por los mejores estadios del mundo. Que descanse en paz Diego Armando Maradona.