Infantino, al frente de la FIFA desde 2016, “partió en una situación en la que piensa que es intocable, eso es megalomanía”, piensa Blatter, en declaraciones a la AFP. El patrón del fútbol mundial es objeto desde el 30 de julio de un proceso penal en Suiza.
El fiscal federal extraordinario estima que hay “elementos constitutivos de un comportamiento reprobable en relación al encuentro entre el fiscal general Michael Lauber, el presidente de la FIFA y el primer fiscal de Haut-Valais” Rinaldo Arnold, amigo desde la infancia de Infantino.
En una carta reciente a las 211 federaciones miembro de la FIFA, Infantino explicó de nuevo que esos encuentros, de los cuales no existe rastro escrito, “no eran en ningún caso secretos y seguro que no eran ilegales”.
Blatter también es investigado penalmente y está suspendido hasta 2021 por la justicia interna de la FIFA por el controvertido pago de dos millones de francos suizos a Michel Platini.
La Comisión de Ética de la FIFA “debería inmediatamente abrir una investigación y comunicarla, como hicieron contra mí”, estimó Blatter. El expresidente de la FIFA consideró que esa Comisión de Ética “no es independiente” ya que Infantino “blindó los órganos de control y eso es muy preocupante”.