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El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, anunció este miércoles que los estadios de fútbol podrán recibir aficionados a partir de septiembre siempre y cuando respeten una distancia de seguridad de 1,5 metros y los seguidores se abstengan a realizar cánticos. Según los cálculos hechos por algunos clubes, la aplicación práctica de esta medida significará que podrá ocuparse aproximadamente entre un 20% y un tercio del aforo en los recintos deportivos.
Respecto a la prohibición de los cánticos, Rutte señaló que si los aficionados no cumplen con la norma “los estadios se cerrarán de nuevo”, por lo que recomendó “traer una bocina y susurrar ‘¡Hurra!’ cuando su equipo favorito marque un gol”. “Si la gente canta y grita, la posibilidad de contagiarse es muy alta. Lo vimos con el partido de fútbol en Bérgamo”, expresó el magistrado con relación al duelo del 10 de marzo en Milán entre el Atalanta y el Valencia, considerado una bomba biológica.
El primer partido con las medidas será Holanda-Polonia, el 4 de septiembre, correspondiente a la Liga de las Naciones de la UEFA, en el Johan Cruyff Arena de Amsterdam. El siguiente tendrá también como protagonista a la selección, en un duelo contra Italia el 7 de septiembre, mientras que la liga local volverá el 11 de septiembre. En abril, el Gobierno prohibió los partidos de fútbol profesional hasta el 1 de septiembre con el fin de frenar la propagación del covid-19, que significó el final de la Eredivisie.
La Real Federación Neerlandesa de Fútbol decidió posteriormente declarar la temporada desierta, no proclamar campeón al Ajax a pesar de liderar hasta la cancelación y suspender los ascensos y descensos. Los clubes, a pesar de la anulación de la Eredivisie, retomaron el trabajo poco a poco, primero con entrenamientos individuales y luego en grupos reducidos.