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El martes por la noche, los capitanes de los equipos de la primera división realizaron una cumbre para decidir el futuro del torneo Apertura. Salvo Libertad, Nacional, Sol de América y Guaraní, el resto de los clubes no están al día con sus planteles y el objetivo de los futbolistas es percibir los salarios atrasados para reanudar la temporada el 17 de julio. En principio, la postura tenía como fin que ningún jugador se presente a los testeos de covid-19.
En la cumbre, no hubo consenso entre los referentes con el objetivo de paralizar las actividades programadas por la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF). A un día del comienzo de los análisis médicos en los clubes, todo parece indiciar que los futbolistas acudirán a las sedes para los chequeos de coronavirus. Posteriormente, realizarán una cuarentena obligatoria antes de iniciar los entrenamientos individuales el 10 de junio.
“No se decidió todavía, no hay consenso en la postura”, expresó en privado un futbolista a Ariel Marecos, periodista de ABC TV. La APF había ayudado a los jugadores con dinero del Programa Evolución de Conmebol. Cada uno recibió en una cuenta bancaria un aporte económico para paliar la crisis generada por el coronavirus, pero la solidaridad no corresponde a la deudas que mantienen las instituciones con las plantillas. General Díaz y Sportivo Luqueño están en grave estado.