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Andrés Iniesta develó en “Andrés Iniesta, el héroe inesperado” los episodios depresivos que sufrió cuando tenía 25 años, poco después de haber conquistado la Liga de Campeones con el Barcelona de España. “Los días pasaban y me daba cuenta de que mi situación no mejoraba. No me sentía bien, no era yo mismo. Todo era sombrío, lo veía todo negro”, expresó el futbolista en su documental, emitido en Rakuten TV.
En 2009, Iniesta acababa de sumar una segunda Champions a su palmarés, pero perdió a uno de sus mejores amigos, Dani Jarque, defensor del Espanyol que falleció tras un ataque cardíaco. “Cuando conocí la noticia tuve la impresión de recibir un puñetazo, un golpe muy potente que me dejó KO y que me hizo caer muy abajo. No estaba nada bien”, explicó el excapitán del Barça. En ese reportaje, que también aborda sus tres temporadas en el Vissel Kobe de Japón, el mediocampista de 35 años revela que llegó entonces a pedir a sus padres si podía dormir con ellos.
“Cuando tu hijo de 25 años viene a verte a medianoche y dice que quiere dormir con sus padres es que no está bien. Me dijo que no estaba bien, le pregunté qué es lo que no funcionaba y me respondió que no sabía, que no se sentía bien”, recuerda su padre, José Antonio. Posteriormente, Iniesta consultó con una psicóloga, Inma Puig, que subrayó el papel determinante que tuvo entonces el entrenador del Blaugrana, Pep Guardiola, para ayudar al jugador español a salir de la depresión.
La carrera de Iniesta en el Barcelona marcó época. Después de una formación en la escuela de La Masía, conquistó cuatro Ligas de Campeones, nueve Ligas españolas y dos Mundiales de Clubes, entre otros éxitos. Por su parte, con la selección sumó dos Eurocopas (2008 y 2012) y la Copa del Mundo Sudáfrica 2010, donde el propio futbolista pasó a la historia como el autor del gol del triunfo (1-0) en la final contra Holanda. Luego de marcar, mostró una camiseta con una dedicatoria para Dani Jarque.